Ésta es la vieja historia sobre el gran estadístico Abraham Wald y cómo medir de forma correcta en cualquier problema de estadística. La Fuerza Aérea en la Segunda Guerra Mundial quería determinar cómo deberían agregar blindaje a sus bombarderos para asegurarse de que los pilotos sobrevivirían a los importantes bombardeos diurnos. El personal de la fuerza aérea recopiló estadísticas sobre todos los bombarderos que regresaron después de las misiones y analizó la probabilidad de que ciertas áreas del avión fueran alcanzadas con proyectiles antiaéreos o balas. La idea era agregar blindaje a aquellas áreas más frecuentemente golpeadas por fuego antiaéreo enemigo.
Orgullosamente le dieron su extensa evidencia al profesor Wald y le pidieron que validara su pensamiento sobre dónde colocar la mayor cantidad de armadura. Él respondió de una manera muy simple diciendo que la armadura debería colocarse donde no hubiera ningún registro de daños. Esto fue justo lo contrario de lo que esperaban los otros estadísticos. Su respuesta fue simple y profunda: «Los bombarderos que impactaron en esos lugares nunca regresaron». Los analistas de datos pudieron contar el daño de los bombarderos sobrevivientes. No hay evidencia de los bombarderos que se estrellaron.
A la hora de analizar cualquier problema, pregúntese qué datos se están teniendo en cuenta y que datos no. Solo los sobrevivientes se cuentan e incluyen en las bases de datos. También desea saber qué se escapó del análisis.
Fuente: Mark Rzepczynski