Terminamos la semana con máximos anuales en las bolsas de ambos lados del atlántico, y otra vez cerca de máximos en el caso del índice emergentes. Ni inflación al 4.927% anual en USA ni nada consigue tumbar a un mercado en esteroides que no para de subir mientras haya liquidez en el sistema. Tan sólo el temido tapering parece que puede tumbar esta subida desbocada.
Hoy, me gustaría detenerme en algo que parece que ha pasado de largo en las numerosas crónicas bursátiles que nos inundan cada día. Parece que los gestores, que tantas años atrás no paraban de apostar por Europa, han tirado la toalla con el viejo continente ahora que parece que sí que puede ser el momento de la bolsa europea. Miremos el siguiente gráfico:
El índice Stoxx600 siempre encontraba una importante resistencia en la zona de 400-430, que intentó romper en Abril del 2015 y principios de 2020. Ahora parece que finalmente ha roto la resistencia, aunque se podría argumentar que dicha ruptura se ha hecho con un volumen decreciente en el último año.
¿Qué es lo que tendría que suceder para que la ruptura fuese de libro? Pues deberíamos ver una caída del índice europeo a la zona de 400-430 para luego rebotar y romper los máximos anteriores con un volumen creciente. Esa sería la perfección y el indicador de un «all-in» en bolsa europea.
Mientras tanto, vigilaremos el mercado europeo pues tiene toda la pinta que esta vez sí; esta vez puede ser el momento de una bolsa europea que tiene muchos menos problemas que su homóloga americana, con una menor dependencia del sector tecnológico y una inflación más controlada de momento.