Empezamos 2022 con tensiones en las bolsas mundiales que nos vienen de diferentes frentes. Por un lado tenemos a la FED dejando claro que la barra libre de liquidez tiene los días contados, lo que ha provocado fuertes caídas en la renta fija poniendo la rentabilidad del bono alemán cerca de niveles positivos. Esto ha provocado que asistamos a la mejor primera semana del sector bancario desde hace años: aumentos de los tipos de interés sabemos que mejorarían los tan mermados márgenes del sector bancario.
Pero esta subida en la rentabilidad de la renta fija está teniendo también sus consecuencias en el sector tecnológico. En un índice donde el porcentaje de valores con rentabilidad negativa va en aumento en los últimos años, un incremento de los tipos de interés hace que la valoración de dichos activos tenga que caer.
Por otro lado, tenemos las tensiones geopolíticas en Kazajistán que tiene su efecto en el mercado de materias primas y en el mercado de criptomonedas (al ser la segunda potencia minando bitcoin).
Por último, se ha publicado esta semana el dato de empleo americano que deja la tasa de desempleo en el 3.9%. Hace ya unos años publiqué un estudio sobre la relación entre la rentabilidad de la bolsa americana en el S&P 500 y la tasa de desempleo en el mercado americano. Próximamente actualizaré los resultados en nuevo post, pero anticipo que las rentabilidades esperadas en la bolsa americana en el medio-largo plazo están muy por debajo de las obtenidas por el índice americano en los últimos años.